Este estilo muestra elementos de varias corrientes estilísticas: sus raíces se encuentran en las cabañas alpinas y tienen características de la cultura japonesa e influencias de las granjas escandinavas. Asimismo, el estilo rústico moderno se fundamenta en la antigua y prestigiosa tradición artesanal y en el amor por la sencillez. Unos bancos robustos, sillas de madera tosca y colores apagados en las paredes suelen ser la base del popular aspecto. Las vajillas esmaltadas y los jarrones antiguos de cristal de botica o de barro también son elementos característicos.
Los colores naturales, las formas orgánicas y la madera sin tratar representan el estilo rústico moderno.
En el dormitorio, un aspecto rústico se consigue con tejidos de lino monocromos y un armario rústico o cortinas de encaje liso, y se completa con papel pintado que imite la piedra o el hormigón. Este crea el ambiente adecuado y encaja perfectamente con el estilo, que se caracteriza, sobre todo, por materiales como la arenisca y la piedra natural. Una pared que parezca de piedra aporta calidez y energía positiva a las habitaciones. Además, es intemporal y cuenta con el encanto de un diseño interior original.