El color beige nos hace bien a la vista. No destaca y encaja a la perfección en cualquier concepto de decoración, gracias a su neutralidad.
Ya sean delicadas fotografías de paisajes del desierto y el bosque, mapamundis antiguos en gran formato o suaves motivos infantiles de animales, todos tienen algo en común: contienen el maravilloso tono natural del beige. ¿Por qué? Porque este color contribuye a aportar calidez y recogimiento a una estancia. ¿Y quién no querría eso para su propia casa?
Los fotomurales en beige nos proporcionan una conexión inmediata con la naturaleza ya que, dependiendo de su intensidad, el color puede recordar a los materiales madera o mármol. Este tono cálido también se encuentra en áridos paisajes desérticos, en acantilados pedregosos o en amplias playas de arena.
La mezcla de tonos marrones terrosos y amarillos amables confiere a este color su carácter acogedor. Ambos componentes cromáticos juntos crean este color tan acogedor, que tiene un efecto jovial, calmante y realista.
Los fotomurales Komar en beige evocan un ambiente acogedor, con interesantes diseños que crean una sensación tranquila y natural. Los murales con motivos beige ofrecen contrastes impresionantes, sin dejar de permanecer discretamente en un segundo plano. Los motivos florales en beige, con sus sutiles colores apagados, aportan encanto al diseño de su pared. Los murales naturales y vegetales crean un aspecto completamente nuevo con un carácter vintage y un toque añadido de chic francés.
La tendencia minimalista ha cautivado por igual a interioristas aficionados y profesionales. Combine muebles de estilo de mediados de siglo con colores sencillos como el blanco crema, el ocre y el albaricoque para crear un ambiente luminoso y contemporáneo.
El estilo bohemio desenfadado apuesta por colores sutiles como el beige claro y otros tonos tierra cálidos. Si ya has adoptado este estilo para tu habitación, los fotomurales beige de Komar son el toque decorativo ideal.